Fernanda Varela, es Periodista, con más de 15 años de experiencia. Tiene un Magíster en Comunicación Estratégica con doble titulación de la Universidad Diego Portales (Chile) y la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, y Diplomada en Cambio Climático y Desarrollo Bajo en Carbono de la Universidad de Chile.
Inició su carrera como periodista de deportes, pasando por el mundo del cine y la política. Durante su aterrizaje en agencias de comunicaciones tuvo la oportunidad de conocer otras industrias, insertándose en la televisión por cable, asociaciones gremiales y la energía, entre otros. Es en este último sector donde se ha desempeñado los últimos 10 años, desarrollando estrategias para la inserción de las energías renovables en Chile e impulsando un desarrollo bajo en carbono para apoyar el desafío de mitigar la crisis climática.
#SheLeadsTheChange
- ¿Qué te llevó a desarrollar tu carrera en el mundo de las energías, sustentabilidad y cambio climático?
Inicialmente fue por azar, pero después logró encantarme y me quedé en esta industria por decisión propia. Hace un poco más de 10 años, trabajaba en una agencia de comunicaciones donde me relacionaba con diferentes clientes e industrias, muy variadas. Un compañero se fue y me dijeron “Fernanda, tienes que ver la cuenta de ACERA (Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento). Jamás había tenido un acercamiento con el sector energía y no tenía idea lo que era un MW, ni mucho menos su diferencia con un MWh. Pero comencé a asistir a las reuniones con el equipo y anotaba cada tema y cada palabra que desconocía y estudiaba para entender lo que estaban hablando.
Así, logré insertarme de a poco en este sector que es alucinante y, en 2014, entré a trabajar como encargada de comunicaciones de ACERA (donde estuve por ocho años), donde tenía el gran desafío de crear su área de comunicaciones -hasta ese minuto inexistente- para promover la inserción de las ERNC en el país.
Ahí trabajé de la mano con Carlos Finat, director ejecutivo en ese entonces, quien se dio el tiempo de enseñarme gran parte de lo que sé actualmente. Aprendí de cambio climático, me impulsó a estudiar para tener discurso propio, me empujó a participar de reuniones complejas, a veces extremadamente técnicas, a exponer en eventos, a escribir columnas, a ser quien llevara la línea de género desde la asociación, me dio conocimiento, confianza y visibilidad. Algo que agradeceré siempre.
Con todo ese conocimiento, cariño por este sector, redes y amistades, decidí quedarme. Así, a inicios de este año, formé Pólux, la única agencia de comunicaciones en Chile especializada en energías limpias, sustentabilidad y equidad de género, desde donde pretendo seguir impulsando, desde la mirada de las comunicaciones, una transición energética acelerada, sostenible y con equidad de género.
- ¿Qué otras mujeres le han inspirado en su carrera?
En estos años de carrera en el sector energético he logrado conocer e inspirarme de varias mujeres. Una de ellas es, sin duda, Bernardita Fernández, a quien conocí cuando trabajaba en Collahuasi y representaba todo lo que yo aspiraba ser. Una persona tremendamente capaz, trabajadora, líder y a la vez muy empática y cercana.
También tuve la posibilidad de compartir con Karen Poniachik -a quien despedimos hace muy poquito-, quien me guió y motivó a tener la confianza y liderazgo de impulsar con convicción la idea de que era clave que la industria energética contara con más mujeres y que, quienes estábamos adentro, teníamos también la responsabilidad de ser gestoras de ese cambio.
Por supuesto, debo mencionar a Marcela Zulantay, quien lidera la iniciativa “Energía +Mujer” y actualmente es la jefa de la Oficina de género y derechos humanos del Ministerio de Energía. Ella es tremendamente inspiradora, y hace tan bien su trabajo, es tan esquemática y enfocada a los objetivos y resultados que dan ganas de subirse -sin pensarlo dos veces- a esa misión.
Son tantas más las mujeres que inspiran en esta industria – de todas las especialidades y edades- que me quedo corta. Sin ir más lejos, en Chile existe un colectivo que se ha denominado MEEN (Mujeres en Energía) donde un gran y diverso grupo de mujeres vinculadas al sector energía compartimos, nos mantenemos informadas, nos apoyamos y nos visibilizamos.
- ¿Qué tipo de apoyo le ha resultado útil para avanzar en su carrera?
Yo soy hija del rigor, y es el mensaje que podría transmitir también. Para poder lograr las metas que cada una se propone en la vida, es necesario estudiar, trabajar mucho y de forma constante, estar siempre al tanto de lo que está pasando a tu alrededor, tomar todas las oportunidades que se presenten y, principalmente, confiar en ti misma.
Una de las cosas que en particular me ayudó mucho en el desarrollo de carrera en el mundo de la sustentabilidad fue participar en todas las actividades que pudiera. Seminarios, talleres, charlas, y cuanta actividad se organizara para discutir sobre los temas clave de la industria. Para conocer de lo que está pasando es necesario estar y ser parte.
Quizás viene de cerca -porque soy periodista-, pero estar atenta a la actualidad también sirve mucho para identificar los actores relevantes y las materias que se están discutiendo para estar al día, profundizar aquellos temas que no manejas bien, para lograr entenderlos y comunicarlos correctamente.
Finalmente, preguntar todo lo que se deba preguntar. No tener miedo a no saber, por vergüenza o temor a ser invalidada. Solo a través del conocimiento se puede seguir avanzando en el camino que decidas tomar.
- ¿A qué retos se ha enfrentado en su viaje profesional que podrían ayudar a otros?
Lamentablemente, aún las mujeres tenemos que validarnos -y revalidarnos- contantemente. En lo personal, ser una mujer, pero por sobre todo periodista fue lo que hizo el camino un poco más difícil. En primera instancia, hay un prejuicio de que los periodistas manejamos los temas muy por encima, que no conocemos los conceptos, y, en ese sentido, lograr tener una opinión válida fue un trabajo largo y de mucho aprendizaje constante. En esto fue clave el apoyo de algunas personas que se dieron el tiempo en compartirme gran parte de su conocimiento y que lograron que una periodista, sin base técnica, pudiera entender una industria tan compleja, vertiginosa, pero tremendamente estratégica para el país.
Otra cosa más personal, pero que probablemente viven muchas mujeres, es la maternidad. Por muchos años pospuse el plan de ser mamá por priorizar mi carrera y desarrollo profesional, con un temor profundo de que implicaría un freno en una carrera ascendente. Cuando llegó Beltrán muchos de esos temores se hicieron realidad, al confirmar que trabajar al 200% con un bebé se hacía imposible.
La llegada de mi hijo se cruzó con una oportunidad única de irnos a vivir a Alemania, lo que me obligó a decidir cómo seguiría con mi carrera. Decidí terminar un trabajo que me gustaba y lanzarme como emprendedora. Pólux, mi agencia, nació en febrero de 2022, donde comencé totalmente sola, tomándome cafés con varias personas que habían comenzado un camino similar al mío para evaluar cómo levantar este proyecto, sin mucha claridad de como avanzaría. A la fecha, en tan solo ocho meses, somos un equipo fijo de seis personas, más colaboradores externos, con varios proyectos en curso. En ese sentido, y con mucho orgullo, dejo el mensaje entonces de que sí se puede. Cuesta, pero con rigor, compromiso y cariño, se logran las metas.
Finalmente, mis esfuerzos también son para Beltrán. Para que pueda vivir en un entorno más amigable y que tenga planeta por mucho tiempo más. Espero que cuando sea grande sepa que su mamá puso un granito de arena para impulsar un mejor futuro para el planeta, para Chile y, por supuesto, para él.
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